¿Cuántas veces has oído la frase “una imagen vale más que mil palabras”?
Un dicho que es completamente cierto. Debes saber que nuestro cerebro llega a procesar las imágenes a una velocidad 60.000 veces más rápido que los textos y que la mitad de nuestro cerebro funciona procesando estímulos visuales. Sólo con este dato ya puedes ver la importancia que puede llegar a tener una buena fotografía personalizada.
Por eso, no es extraño que, con la difusión de Internet, el uso de imágenes haya aumentado considerablemente en el mundo corporativo para llamar la atención de los consumidores. Las fotografías para webs son un elemento que, bien aplicado, puede ayudarnos a potenciar el valor de nuestra marca y mejorar su percepción visual, generando un mayor interés por parte del consumidor. Y es que, a través de ellas, los potenciales clientes pueden ver con detalle nuestros productos o cómo trabajamos en nuestra empresa, lo que puede impulsarles a tomar la decisión de compra.
¿Qué es mejor la fotografía personalizada o la fotografía de stock?
Es importante dedicar el tiempo suficiente para crear estas fotos y encontrar cuál es el estilo que va mejor con tu marca. Puedes elegir entre imágenes de stock o imágenes personales. Nosotros siempre recomendamos las fotografías personales, ya que son las que mejor funcionan tanto de cara al branding como aumentar las ventas de un negocio.
Las fotografías de stock pueden encontrarse en bancos de imágenes y muchas empresas las incluyen en el diseño web o para realizar campañas publicitarias, pero lo cierto es que aportan poca personalidad a una página, pues pueden verse en multitud de lugares de Internet de manera repetida. El caso es que este tipo de imágenes nos permiten tener fotos de calidad que de otra manera sería complicado hacer y cuyo resultado no sería tan profesional.
Entonces, ¿qué es mejor la fotografía personalizada o la fotografía de stock? Del mismo modo que ocurre en otros ámbitos de la vida, lo ideal es encontrar el equilibrio y, en función de cada caso, podemos decantarnos por una opción o por otra. O lo que es mejor, combinar ambas.
Un par de ejemplos
Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en aquellas empresas que necesitan fotos en la que salgan los miembros de su equipo, pero que también necesitan fotos más genéricas. Imaginemos una pequeña empresa, un dentista que monta una página. Para las partes del diseño web donde se hable de tratamientos de odontología, podemos recurrir a fotografías de stock. Pero lo ideal es que las fotos de las instalaciones y de los propios dentistas sean reales, ya que a los usuarios les genera más confianza saber quién es la persona que va a tratarle y ver la clínica antes de ir.
Si queréis ver un caso práctico que hemos realizado nosotros, podéis comprobar el trabajo que hemos hecho, y hacemos de manera activa con 4D Rendimiento. En este caso en concreto, todas las fotos tanto de la web como de las redes sociales son fotografías personalizadas realizadas por nuestro equipo, combinadas con fotografía realizada por la gente de 4D. De este modo, el feed de sus redes así como su página tienen una imagen totalmente única y personal.
Aquí puedes ver el reel personalizado que realizamos para cerrar el proyecto completo de 4D Rendmiento Deportivo y Salud.
Nuestra conclusión
Con lo cual, en la medida de lo posible, siempre es recomendable apostar por imágenes personales, ya sea hechas por nosotros mismos o por un profesional, y que solamente usemos las de bancos de imágenes para aquellas partes de la web en las que lo real y lo personal no sean tan determinantes para impulsar a la decisión de compra.